por Coyolxauhqui Sánchez, Consultora de RP. coyi@neuma.mx
¿Miedo, falta de sueño, te empiezas a morder las uñas, te sientes más estresado de lo normal? ¡No! No es que la pandemia te esté generando nuevos hábitos, sino que el encierro y el cambio de cotidianidad obligatoria podría generar ansiedad.
Es normal que el cambio intempestivo en nuestro día a día nos genere distintos sentimientos y regularmente no son “de los buenos”. Todos ellos son válidos, pero lo importante es que tengamos en la mente que éstos son temporales y que no representan una normalidad.
¿Qué es y qué no es la ansiedad?
La ansiedad no es una enfermedad, no es un mood y no siempre se siente igual. Recordemos que ser y estar es completamente diferente: “ser” se usa para describir las características intrínsecas de una persona y no es modificable; “estar” refleja mi estado y es modificable. Ejemplo: “Mis ojos son cafés” versus “Con el encierro, estoy muy nervioso”.
La ansiedad es un sentimiento modificable y ésta es una gran ventaja; quiere decir que ahora me siento inquieta, pero mañana podré estar tranquila y, posteriormente, feliz.
El gran problema es que poco nos han enseñado sobre higiene mental y que los mexicanos, en general, tenemos graves problemas para identificar nuestras emociones y, sobretodo, para comunicarlas y pedir a nuestras personas cercanas que nos tengan paciencia o nos ayuden.
Todos hemos escuchado que la gran mayoría de los problemas se presentan por fallas en la comunicación, pero… ¿cómo puedo expresar algo que ni siquiera sé qué es?
Identifica la ansiedad
Sentir ansiedad es vivir con miedo a lo que vendrá y se manifiesta como un conflicto interno entre lo que siento, digo y hago.
Lo primero que debes de saber es que todos los sentimientos son válidos. Debemos hacerles caso y dedicarles un tiempo para procesarlos, reconocerlos y seguir con nuestro día.
Recuerda: mientras más ignoremos un sentimiento, más nos perseguirá. Cada persona tiene distintos modos de afrontar situaciones tan complejas como el Covid-19 y es fundamental que aprendas cuál es el ritmo que requieres para superarlo.
Está bien que te sientas mal
Lo que hoy estamos viviendo es completamente nuevo para todos, y lo desconocido genera miedo. Está bien si te sientes asustada o asustado, si no quieres “aprovechar el tiempo” como recomiendan o inscribirte a 10 cursos online. Cada persona es diferente y lleva su propio ritmo. Ten en mente que todos estamos lidiando con esto de la mejor manera posible.
Habla con gente que amas y extrañas, intenta seguir tu rutina, báñate, vístete, trabaja, date tiempo para comer, haz ejercicio y las cosas que te hacen feliz (medita, dibuja, toca tu instrumento, etc.), pero sin presión.
Ya identifiqué. ¿Ahora qué?
Expresa tus emociones
Comunicar cómo nos sentimos tiene beneficios que se manifiestan tanto en la salud mental como en la salud física. Expresar nuestro ser puede liberarnos de angustia, estrés y permite que nuestra maleta de vida sea mucho más ligera.
Exteriorizar nuestras emociones es una necesidad humana, te libera y encamina a la catarsis y la purificación emocional, elementos que son completamente necesarios para el crecimiento y aprendizaje de vida.
Por el contrario, no hacerlo implica un desgaste que se acumula como el vapor en la olla exprés y que en algún momento explotará impactándote negativamente a ti mismo, así como a las personas con las que convives habitualmente y que, regularmente, son las que más queremos.
Bien dicen que los grandes conflictos provienen de una falla en la comunicación, así que date un tiempo para hablar lo que sientes, te aseguro que más de una persona tendrá emociones similares a las tuyas y eso… es liberador.
Si no puedes, pide ayuda...
Recuerda: esto también pasará. Aquí te recomendamos algunas plataformas de ayuda gratuitas con psicólogos profesionales para brindarte ayuda en línea.
Locatel http://locatel.cdmx.gob.mx/ o llama al (55) 5658-1111
Saptel http://www.saptel.org.mx/
Like a la vida http://likealavida.cdmx.gob.mx/likealavida/
6 leyes para evitar sentir ansiedad
Estos son algunos consejos que nos ayudarán a evitar o mitigar la ansiedad:
1. Sé fiel a ti mismo, no te traiciones y sé coherente, recuerda que tus pensamientos y sentimientos deben estar sincronizados y así tu día a día será mucho más fácil de vivir, no te obligues a hacer cosas que no quieres por miedo al qué dirán.
2. No seas tan duro contigo mismo, tu felicidad se debe a ti y no debes dejar que nadie sea responsable de ella, los juicios que las personas hacen de ti no son los que deben ser válidos. No dudes de ti, debes tener muy claro quién eres.
3. Expresa lo que sientes, no te quedes con nada adentro, trata de ser honesto sin ser cruel con los demás y asúmete como una persona que decide con base a sus emociones y el equilibrio en su vida. Recuerda, el problema no es enojarse, el problema es continuar enojado ¡No reprimas nada!
4. Deja de pensar, pensar y pensar, no dejes que los pensamientos se apoderen de ti, recuerda iniciar tu día sintiendo, observa tu entorno y mira que nada está pasando, si inicias tu día pensando no podrás distinguir lo real y la imaginación se apodera de tus sentimientos al soñar en situaciones de añoranza que nos sumergen en ansiedad.
5. Cierra situaciones pasadas, no te enganches en viejas experiencias o malos ratos que has vivido, enfócate en las buenas experiencias y no te atormentes con cosas del pasado, deja que se queden ahí.
6. Sé consciente de tu respiración, si has llegado a un límite concéntrate en tu respiración, siéntate, coloca las manos en tus piernas y respira profundamente contando en 4 tiempos. ¡De verdad funciona!
Fuente: Llobet, María Teresa. La ansiedad no es un mosquito que pasa y me pica. Barcelona, España, 2017.
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